domingo, 15 de junio de 2008

CON UNA COMPAÑERA DE INSTITUTO II



CON UNA COMPAÑERA DE INSTITUTO II

CON UNA COMPAÑERA DE INSTITUTO II Sorbió todos mis fluidos y poco a poco se fue girando hasta colocarse en un sesenta y nueve

Terminaba mi relato anterior pensando si sería bueno acompañar a mi amiga profesora al sótano, ella llevaba casi dos años sin tener relaciones y estaba muy caliente. Dicen que la amistad acaba cuando hay algo más. Gracias por sus muchos mensajes. Pero la suerte estaba echada, bajamos las escaleras corriendo como dos colegialas, sin usar el ascensor porque no nos viera nadie bajar.
El departamento de Meche estaba en el sótano norte, a pesar de ser oscuro estaba acogedoramente decorado, con cuadros impresionistas de Monet y Van Gogh, algún Renoir al fondo. Al entrar a la derecha una mesa grande tipo despacho y al otro lado un sofá mediano, de dos plazas.
-Sabes, Loli, algunas noche me he quedado trabajando aquí porque no soportaba volver a casa.

-¿Y dónde dejaste a tu bebé? -Como no pude darle de mamar se alimentaba con biberón y mi madre se fue unos días a mi casa. Ella pensaba que era porque yo tenía mucho que hacer con los exámenes. En realidad no podía más y aquí me aliviaba un poco.

-Quieres decir...
-No vayas a pensar que he caído en las redes de Roberto el profe de música. Mira...
Se acercó al cajón de la mesa. Lo abrió. Apareció ante nosotras un gran vibrador negro, con sus venas y todo.

-Es lo más caro que tenían en el Sex shop. Dicen que es como una de verdad, pero a pilas. Tócala ya verás como está hasta caliente. Era verdad, con los ojos cerrados apenas distingues la diferencia.
-Pues con esto y mis propios deditos me alivié un par de noches porque no podía más. ¿Sabes lo que son dos años sin meterte nada y sin ser querida físicamente por nadie? -Si te contara mi vida sería demasiado triste para que lo soportaras. Pero me ibas a enseñar algo...
-Bueno, en realidad, ponte cómoda aquí en el sillón. Yo me voy a cambiar, tengo un biombo ahí. Esto es casi como un apartamento pequeño, hay hasta ducha. Lo hicieron en la reforma.

Tuve que hacerle algunos favores especiales al director, ese gran cerdo me poseyó unas cuantas veces hasta que se cansó y me dejó en paz, pero creo que valió la pena lo que conseguí.
-Así que te hizo un picadero en el instituto.
-Sí, aquí lo hice por primera ver con mi marido, cuando nos conocimos. Y creo que fue aquí donde se aficionó a la pornografía porque empezamos a ver pelis porno los sábados por la noche mientras nos magreábamos y acabábamos haciéndolo como locos toda la noche. Ahora ya ves no me necesita para aliviarse. Pero es igual, ahora a mí también me sirve para masturbarme viendo pelis de lesbianas cuando no tengo clase. Espera, me voy a cambiar ya vuelvo. No te vayas cielo.
En el extremo del cuarto había un biombo rosa donde empecé a ver asomarse por arriba la ropa que llevaba Meche, parece que se estaba desnudando. Apareció a mi vista con una especie de pareo muy c mi tanguita se había mojado o necesitaba más tiempo. Descubrió lo que imaginaba, mi tanguita hilo dental estaba chorreando. Llevó su mano mojada en mis jugos a su boca, chupó con fruición los juguitos.
-Cariño, estás mojadita, casi tanto como yo. Mira como me tienes. Te deseo.
Acercó mi mano a su conejito peludito y comprobé que su calentura era mayor de lo que yo pensaba, eso solo con un beso cálido y unas caricias. Se quitó el pareo y dejó al aire sus pechos enormes que botaron al liberarse y su conejo abultado, por lo demás se dejó los ligueros y las medias negras, cosa que a mí me pone mucho.
Me arrancó la blusa, sacó mis pechos de su prisión y besó mis pezones, bajó la cremallera de mi falda y me acarició y dio un cachetito en mis cachetes. Arrancó mi tanga de encaje y acercó con desesperación su boca a mi vaginita chorreante. Mientras me succionaba y chupeteaba, penetrándome con su lengua yo me moría de placer, su lengua era demasiado habilidosa jugando con mi clítoris que ardía en su boca. La mujer que no lo haya probado no sabe lo que se pierde, hágalo al menos una vez en su vida, verá la diferencia a cuando te lo hace un hombre.
Yo le acariciaba sus pechos y se los amasaba despacio con cariño notando como gemía de placer y me mordía en mis labios vaginales. No pude m&aac


ute;s y tuve mi primer orgasmo. Sorbió todos mis fluidos y poco a poco se fue girando hasta colocarse en un sesenta y nueve. Ya tenía ganas yo de chupar ese coñito que llevada un rato oliendo a mujer desesperada y hambrienta. Estuvimos como dos horas más en diferentes posturas gimiendo, gritando y amándonos todo lo que nuestro corazón pudo dar de sí. Tuvimos al menos cuatro orgasmos cada una y rendidas caímos en el sofá unos minutos. Afortunadamente por aquel sótano no pasaba nadie porque de lo contrario nos hubieran oído porque las dos somos un poco escandalosas al acabar. Nadie nos echó en falta porque no teníamos más clases ese día. Nos hubiera gustado quedarnos a dormir juntas allí mismo, pero Meche tenía que atender a su niña y teníamos que cambiarnos de ropa para las clases del día siguiente.
Nos despedimos con un largo beso abrazadas. ¡Qué será de nosotras! No sé si podremos seguir trabajando juntas sin que nadie note lo que hemos hecho, lo que nos deseamos. Realmente tal vez sea un subidón y no sea amor sino puro sexo. Tal vez no importe que nos veamos cada día, que miremos nuestras voluptuosidades y nos quedemos igual, tal vez aunque haya un sitio donde poder desahogarnos no acudamos cada día allí a satisfacer nuestro deseo, tal vez no nos descubran nuestros alumnos de la mano embelesadas por un pasillo, dándonos un morreo o en los lavabos de profesoras salir colocando nuestras ropas después de una sesión más o menos rápida de sexo. Yo como estoy sola no tengo problema, pero el caso de ella es muy diferente, ¿puede una madre olvidarse de su familia y entregarse a un amor lésbico desenfrenado? Tal vez su marido deje de ver pornografía de jovencitas adolescentes y le dé su ración diaria a su querida mujercita. Son demasiadas incógnitas y eso deja muy abierta nuestra historia, nuestra vida. No soporto la espera, que llegue pronto el próximo día, para ver a Meche... mi querida Meche.
Me interesa la opinión de mujeres maduritas como yo con alguna experiencia lésbica, aunque sean bisexuales, que me digan si creen que nuestra relación puede mantenerse a pesar de trabajar juntas. Ya sabéis lo que los hombres que donde tengas la olla no metas la polla.
Soy doloresxxx me interesa mucho vuest HREF="http://www.marqueze.net/nuevo.html"> Novedades

No hay comentarios: