miércoles, 11 de junio de 2008

LA PROFE DE BIOLOGIA - ME CORRI EN SU CARA, PARTE DE MI SEMEN CAIA DENTRO DE SU BOCA, EN MEDIO DE CHILLIDOS DE PLACER LOS DOS TUVIMOS UN ORGASMO, ELLA


LA PROFE DE BIOLOGIA - Me corri en su cara, parte de mi semen caia dentro de su boca, en medio de chillidos de placer los dos tuvimos un orgasmo, ella me confeso despues habia tenido 4 orgasmos mientras me la follaba

LA PROFE DE BIOLOGÍA Me corrí en su cara, parte de mi semen caía dentro de su boca, en medio de chillidos de placer los dos tuvimos un orgasmo, ella me confesó después había tenido 4 orgasmos mientras me la follaba

Por aquel entonces iba a la preparatoria de mi ciudad. Allí había una profesora que nos daba Biología. Era una mujer de unos 35 años. Era una mujer que pese a su edad estaba de muy buen ver. Todos los tíos del instituto se masturbaban pensando en ella. Su descripción para que os vayáis haciendo una idea era la siguiente: Medía 1,75m, pesaría alrededor de 65kg, su cuerpo parecía haber estado moldeado por un artista.

Tenía unos senos del tamaño ideal ni muy grandes ni muy pequeños, su culo era de ensueño, lo tenía ligeramente respingón y era suave como la seda. Su cabello negro como el azabache, sus ojos eran verdes tenía una mirada muy lasciva. Su forma de vestir era muy sugerente, permitía dejar volar la imaginación. Casi siempre llevaba blusas trasparentes y unos sujetadores de encaje que hacían las delicias de los tíos del instituto. También llevaba unas faldas muy ajustadas que dejaban notar sus preciosas braguitas. Cuando no llevaba una falda muy ajustada llevaba un pantalón vaquero muy ajustado, o en el mejor de los casos llevaba unas mallas donde se notaba su precioso coño.

Su coño era una como una flor entreabierta, era sencillamente impresionante. Bueno pues yo tuve la suerte de que me diera clase aquel año, además de ser muy sugerente vistiendo, era muy simpática. Siempre que teníamos alguna duda, ella venía con su porte angelical, se ponía al lado a explicarnos nuestras dudas. Se ponía de una forma muy provocativa, se ponía por detrás de la mesa y se apoyaba en ella, dejando su culo en pompa. Yo siempre que podía me ponía detrás suyo para poder contemplar tan excelente espectáculo. Un día me di cuenta de que a veces no llevaba braguitas, sino un minúsculo tanga que sólo tapaba una minúscula parte de afeitado coño. Esto lo descubrí porque en un examen se me cayó el bolígrafo, delante suyo.

Ella estaba corrigiendo los exámenes de otros cursos y no se percató. Justo cuando iba a coger el boli miré hacia ella y vi que tenía el coño afeitado y que llevaba un tanga que no lograba tapar su dilatado conejo. Yo después de eso no pude seguir haciendo el examen tranquilo, imaginaba su cuerpo desnudo junto al mío. Un buen día llegó el ansiado tema de la reproducción humana, este era el tema que despertaba más emoción entre el público masculino.

Después de explicar lo más básico, lo que todo el mundo sabía, propuso mandar un trabajo sobre el tema en cuestión. Ese día llevaba un vestido de eso de una sola pieza, le quedaba holgado, pero estaba buenísima igual, en un momento se agachó de frente para explicarle una duda a uno que estaba delante de mí y pude verle su sujetador, esa imagen nunca se me olvidará, cómo sus lindos pechos estaban tapados por un sujetador de esos de encaje.

En un momento se me puso dura como el acero, le dije que si podía ir al lavabo, me dijo que sí con un cierto gesto de ansia. Yo enseguida fui al lavabo, me saqué la polla y me la masturbé como nunca lo había hecho, cuando me corrí un sudor frío me recorrió el espinazo. Aquella mujer era capaz de provocar las mayores pasiones en mí. Creo que tenía cierto poder sobre mí, porque cada vez que la veía me ponía nervioso, aparte de que se me ponía dura como nunca antes se me había puesto.
Bueno volviendo al trabajo que nos mandó, diré que fue uno de los trabajos con los que aprendí más. Cuando estábamos haciendo el trabajo, se me ocurrió que podría bajar a la biblioteca a buscar unos libros. Cuando fui a decírselo no me di cuenta de que iba empalmado y que gracias a mis pantalones téjanos mi erección era muy visible.

• Señorita Cindy - que así se llamaba - me pregunto se podría ir a la biblioteca a coger unos libros para el trabajo. • Claro, que puedes ir, pero me parece que está cerrada. • Entonces.... • Bueno, es igual yo te acompa


ñaré espera que cojo las llaves.

Fuimos a el piso inferior, por las escaleras yo me di cuenta de mi enorme erección, al parecer ella también se había dado cuenta, ya que no dejaba de mirarme con cierta cara de malicia. Cuando íbamos por las escaleras se le cayeron las llaves, yo iba pensando en su lascivo cuerpo y no me di cuenta. Cuando ella se agachó a coger las llaves, yo le embestí sin darme cuenta. Sentí su dilatado coño, estaba mojado. Creía que me iba decir algo, pero en vez de eso se disculpó con la excusa de que era muy torpe. Al llegar a la biblioteca estaba oscura, ella me dijo que me adelantara para encender la luz ya que ella no llegaba bien. Justo en le momento de ir a encender la luz, noté una ligera presión en mi pantalón. Cuando me giré para mirar, vi a mi profesora haciéndose la despistada. No le di mayor importancia en ese momento.

Cuando cogí un libro, ella me dijo que había notado algo muy duro y grande en las escaleras. Yo me puse rojo como un tomate, no sabía qué decir así que lo dije era un permanente que llevaba en el bolsillo. Ella asintió con la cabeza, el libro que yo buscaba no estaba. Así que se lo dije:

• Señorita, el libro que yo busco no lo encuentro. • ¿No lo encuentras? • No, señorita no lo encuentro. • ¿Qué libro es?- • Anatomía humana, sección el aparato reproductor femenino. • Espera creo que está en la estantería de ahí arriba.

Se subió a una escalera, y me dijo que me colocara debajo para poder aguantarla. Yo así lo hice, como llevaba falda puede verle todo la raja del chocho en todo su esplendor.

• Antonio- que así me llamó yo- ¿puedes verlo? • Sí creo que si es uno muy abierto que esta ahí encima. • Sí, está un poco usado, pero aún sirve... • Ni lo que lo diga señorita me parece que me puede servir. • Bueno voy a bajar tu cógeme que si no me caigo.

Cuando ella bajó no pude impedir que fuera a caer en mis brazos, sus tetas quedaron a la altura de mi boca, y su chocho quedó entre mis brazos. Tenía unas tetas realmente fantásticas olían a rosas. Ella enseguida se rió como restándole importancia al asunto. Pero yo tenía un brazo entre su coño, y notaba que estaba muy caliente y mojada.

• Muchas gracias por haberme cogido, si no me hubiera caído al suelo. • No ha sido nada señorita, ha sido sólo un instinto. • Ni que lo digas, un instinto muy feroz. • ¿Cómo dice señorita? • Nada, nada... cosas mías.

La dejé en el suelo, y pude pasarle la mano por todo su culo. Ella la muy pervertida no dijo nada. A sí que decidimos subir a la clase, cuando subíamos, ella se adelantó y mientras subía las escaleras le pude ver el minúsculo tanga metido por la raja de su precioso culo. Eso contribuyó a que mi pene se pusiera más erecto. Al llegar a la clase me senté en mi sitio y me puse a mirar el libro, justamente lo que yo buscaba no estaba. Así que fui a comentárselo a la señorita.

• Señorita Cindy, lo que yo busco no está exactamente aquí. • ¿Qué buscas? • Busco una ilustración del aparato reproductor femenino cuando se encuentra en excitación. • Ya veo, creo que en mi casa tengo lo que buscas, tengo unos libros muy gráficos -dijo ella con una sonrisa de misterio. • Estupendo, me pregunto si me los podría traer el próximo día. • ¿Por qué tendrías que esperar al próximo día?, tengo una idea ven a buscarlos después de clase. • No sé... señorita no sé si podré... -dije yo. • Tonterías te doy mi dirección y esta tarde que no hay clase vienes a mi casa y los coges- dijo ella. • Bueno, si se empeña.

Así que a la tarde de aquel día fui a buscar los libros. Ella vivía en una casa a las afueras de la ciudad, la casa tenía césped, una piscina, jacuzzi y una estupenda sauna. Al llegar ella me recibió en un minúsculo bañador, yo me quede flipado ya que su precioso coño tan sólo era semi ocultado por la raya del tanga. Ciertamente tenía un cuerpo espectacular. Al ver mi cara de sorpresa, sólo pudo enmascarar su excitación con una simple, pero excitante sonrisa.

• Uy, no te esperaba tan pronto. • Es que creía que a esta hora usted estaría en casa - le dije yo. (Teniendo en cuenta que eran las 4:00 p.m. de la tarde) • Pues claro que estaba en casa, ahora mismo estaba en la piscina cubierta-

dijo ella ondulando su negro pelo al viento. • Bueno pues deme los libros que yo no quiero molestarla más- dije yo con cierto nerviosismo ante tal perturbadora visión. • Tonterías no molestas, es más, me he permitido de comprarte un bañador para que vengas conmigo a la piscina a hacer unos largos- dijo ella con una mueca de complicidad. • ¿Un bañador para mí? - dije yo con una cara de estupefacción. • Sí, no me acordé de decirte que te lo trajeras. Es que sabes lo que pasa es que yo resulta que soy una gran aficionada a la natación... y bueno quería comprobar si aún estaba en forma compitiendo con un joven tan atlético como tú. • Bueno yo... yo no sé qué decir, la verdad es que había quedado para ir a jugar a football... dije yo. • Tonterías ya tendrás tiempo para jugar a football otro día -dijo ella cortándome. • Bueno total tampoco era muy importante.

Me condujo hacia el interior de la casa, era una casa grandiosa, de un estilo barroco. Antes de entrar en la casa tenías que atravesar un césped y un jardín. La puerta de la casa era de madera de roble. La casa estaba decorada con cuadros de hombres desnudos posando. Me condujo hacia la habitación de invitados, acto seguido se marchó para ir a buscar el bañador. Al volver tenía en la mano un minúsculo tanga negro.

• Toma esto, es lo único que he encontrado, los demás me parecían muy infantiles para ti. • Esto yo... no creo que pueda ponerme eso... • No seas tonto, esto es para que puedas nadar con mayor facilidad, así hay una menor resistencia.... - dijo ella con una sonrisa. • Ya lo sé... pero es que no sé si estaré cómodo. • Bueno yo te lo dejo aquí y cuando quieras bajas, ¿vale? • Vale...

Se marchó para la puerta, con el pretexto de que se iba a cambiar de bañador porque éste estaba muy mojado de abajo. Bueno yo me quité la ropa, ya tenía una enorme erección. Así que me di cuenta de que se me notaría el pedazo de polla con el tanga. Pero no le di mayor importancia.
Después me coloqué la minúscula prenda tan bien como pude, la polla se quedaba parcialmente oculta tras el bañador. Así que con una enorme erección bajé hacia abajo, allí estaba ella con un minúsculo bikini, la parte de arriba a duras penas lograba tapar sus enormes pechos, la braguita era un tanga que casi no podía tapar su precioso conejo.

• Bueno veo que por fin has decidido bajar, ya creía que me quedaría sola haciendo manualidades. • Sí, pero no me encuentro cómodo con esto- dije mientras la observaba. • Pues yo te veo muy bien, pero que muy bien- dijo mientras se levantaba para lanzarse a la piscina.

En el salto que dio mi querida profesora puede ver como uno de los pechos se salió del bañador, esa visión aunque fugaz hizo que me erección aumentara hasta limites insospechados. Ella se puso a nadar, su cuerpo mojado y sus bellos cabellos en contacto con el agua hacían de ella una diosa del sexo.

•¿Por qué no te animas y te bañas?- dijo ella, mientras nadaba de espaldas dejando flotar sus preciosos pechos. • No creo que deba, pero en fin me bañaré un poquito. • El agua está muy calentita, anímate.

Cuando había logrado meterme en el agua porque estaba realmente fría, al contrario de lo que ella decía. Vi cómo ella disimuladamente se quitaba la parte de arriba del bikini, dejando sus enormes senos en contacto con el agua. Sus pezones que tenían el color del chocolate se pusieron en punta, supongo que a causa del agua fría o puede que por otras razones. Finalmente decidí meterme en el agua para tratar de simular la enorme erección que ella me había provocado, pero sinceramente creo que ella ya había visto algo muy grande en mí.

Comencé a nadar para que se me pasara el calentón que llevaba encima. Cuando acabé de nadar y me paré para descansar, estaba de espaldas cuando de pronto ella se acercó por detrás apoyando sus perfectos senos en mi espalda, en ese momento mi polla se puso mirando al cielo, ella al parecer se dio cuenta.

• Parece que te alegras mucho de verme. • Lo normal supongo dije yo, con una sonrisa entre dientes. • ¿Normal? , yo creo que esto no es normal- dijo ella.

Acto seguido me hizo girar, en ese momento vi esas grandes tetas, con los pezones más duros que nunca. Me miró y con su grácil mano me cogió el paquete, lo sobó bastante y dijo:

• Sí, lo

que me suponía, no hay duda alguna. • ¿Cómo dice señorita Cindy? • Por favor, llámame simplemente Cindy y lo que quiero decirte es que esto que tengo entre las manos, es muy grande, creo que nunca he tenido algo tan grande en las manos. • Bueno, siempre creí que tenía algo muy especial, aunque tus senos son muy grandes y perfectos, así que no tienes que envidiarme. • Bueno creo que tendré que hacer algo para remediar esta dura situación. • Haz lo que tengas que hacer, estoy a tus pies.

Después de esto nos salimos de la piscina y ella me hizo tumbarme en la tumbona, mientras me besaba el pecho y con su juguetona lengua recorría mis erectos pezones, porque la excitación había hecho que se pusieran erectos. Mientras succionaba mis pezones comenzó a bajar lentamente mi pequeño tanga y de repente apareció mi falo en todo su esplendor, la cara de mi "profesora" se iluminó y con unos ojos muy fijos en mi polla, empezó a chupar, a bajar y subir mi polla. La sensación era maravillosa, nunca antes había experimentado algo así.

• ¿Cuánto mide este pedazo de aparato, Antonio? • Pues la última que me la medí... creo que medía unos 20 cm y de ancho unos 5 cm aproximadamente- dije yo, mientras ella me chupaba con su lengua mi glande. • No me lo creo, esta preciosidad debe medir un poco más, porque créeme me he follado a muchos tíos con pollas grandes y no eran tan grandes... espera que voy buscar un metro para medírtela, espera aquí - dijo ella, mientras se marchaba al interior de la casa. • Tranquila no me iré, tengo que hacerte unas cosillas - dije muy excitado por la visión de su perfecto culo mientras se alejaba.

Volvió al momento con una cinta métrica de esas que se en las costureras, cuando ella llegó mi polla estaba un poquito triste por la espera, así que tuvo que hacerle una reanimación. Cuando acabó de hacer esto, se puso a medir mi polla que estaba en todo su esplendor.

• Vamos a ver... joder pedazo de polla que tienes, cómo voy a disfrutarla... • ¿Cuánto mide?, supongo que igual, o sea 20 cm - dije yo con confianza. • 23 cm mide, ha aumentado en 3 cm desde la última vez que te la mediste, y espera a ver de diámetro, que esto también interesa... 4 cm, joder... te voy a follar ahora mismo chaval- dijo ella.

Tiró el metro a la piscina, se levantó y se quitó el pequeño tanga que llevaba dejando a la vista un conejito mojado, reluciente y afeitado sin ningún pelo, excepto en el monte de Venus, en el cual tenía una pequeña pirámide de vello. Yo me quedé con la boca abierta, no imaginaba que fuera así, aunque muchas veces me había pajeado pensando en el.

• Bueno ahora me toca disfrutar a mí, así que me vas a lamer el coñito que lo tengo muy mojadito. • Pero yo no lo he hecho nunca y no sé cómo se hace. • Tranquilo que yo te enseño, mira yo ahora me tumbo aquí, me abro un poco de piernas y tú empiezas a lamer por los muslos, luego el monte de Venus, y después abres mi almejita y me chupas todo con suavidad, porque en una zona muy sensible.

Yo intenté hacer todo lo que ella me había dicho, y empecé a chupar lo mejor que sabía, al parecer lo hacía bien porque cuando llegué a su clítoris, empezó a jadear y gritar de placer, diciendo:

• ¡Oh! ¡Sí, muy bien, ohhhh! ¡Qué bien lo haces, joder me voy a correr en tu caraaaaaa!.

De repente un manantial de un precioso líquido me mojó toda la cara, pero yo seguí chupando, porque me había gustado darle placer a mi querida señorita Cindy. En un ataque de lujuria coge mi verga y me dice que se la tengo que meter ya, porque no lo resiste más. Ella se coloca estirada en la tumbona con las piernas abiertas y me dice que venga, que a qué espero. Yo al verla en esa situación, cogí mi polla empinada y la coloco en sus labios, al contacto de mi glande con su vagina, un placer infinito me recorre el cuerpo. Ella en un acto de lujuria me empuja hacia ella, introduciendo parte de mi enorme verga, porque de momento no entraba toda.

• Ohhhhh, venga, vamos métemela, por favor toda entera, quiero sentirte dentro de mí, vamos muchachito...

Comencé un mete y saca, mientras le besaba y le chupaba sus enormes senos que no cabían en mi boca, al cabo de unos minutos de gemidos por mi parte y por su parte, noto con mis huevos necesitan liberar toda su carga.

• ¡Cindy! ¡Me voy a correr, ohhhh! • Venga vamos sácamel

a y córrete en mi cara, vamos quiero sentir todo tu líquido en mi cutis.

Cuando me dijo esto saqué mi falo de su vagina y me corrí en su cara, parte de mi semen caía dentro de su boca, pero gran parte de el daba en los ojos y en el pelo. En medio de chillidos de placer, los dos tuvimos un orgasmo, aunque como ella me confesó después había tenido 4 orgasmos mientras me la follaba, terminé de correrme en su cara, cogió mi verga y le hizo una limpieza a fondo, recorriendo con su lengua toda la base, los huevos, hasta llegar al glande que estaba chorreando de semen.

• No había probado una polla mejor, que la tuya y encima tu semen es de primera calidad- dijo ella mientras se limpiaba los restos de semen de su cara. • Ha sido... yo no sé qué decir... - decía yo entre tartamudeos a causa de la emoción. • Pues espera, porque esto es sólo el principio, aún me tienes que hacer un repasito por detrás, además tengo grandes planes para tu enorme pija- dijo ella mientras se reía.

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